Previo a la tercera entrega de mi trilogía sobre la ley de la memoria histórica
En 1975, la familia del general Franco participaba en sociedades que manejaban miles de millones de pesetas, y a su alrededor se había tejido una red con más de 150 compañías de cuyos consejos de administración eran miembros. Y el valor de sus fincas rústicas, palacetes y edificios superaba con creces los mil millones de pesetas, de acuerdo con las estimaciones catastrales realizadas según los valores escriturados entonces, no al precio del mercado. Por lo tanto, a la baja. Además, jamás se pudo definir el precio de propiedades en Filipinas y Miami, ya que apenas existen pruebas documentales más allá de las puramente periodísticas.
El día que murió Franco sus descendientes poseían las siguientes propiedades inmobiliarias: el Pazo o Torres de Meirás, en A Coruña, cien mil metros cuadrados; el Canto del Pico, en Torrelodones, con la casa del guarda y 820.000 metros cuadrados; el palacete de Cornide, en A Coruña, tres plantas con 879 metros cuadrados en total; el edificio de la calle Hermanos Bécquer, número 8, de Madrid; tres pisos en pleno corazón del barrio de Salamanca; la finca de Valdefuentes, en Arroyomolinos (Madrid), con 9.845.088 metros cuadrados, un edificio y construcciones agropecuarias, con un capital escriturado de tres millones de pesetas como sociedad anónima, que podría llegar a valer entonces más de setecientos millones de pesetas y en la actualidad convierte a los Franco en multimillonarios; la casa natal de Franco, en la calle Frutos Saavedra, 135, de Ferrol.
A estas propiedades se suman otras adquiridas durante la dictadura. Entre ellas, el palacio de caza de Franco, en Castillo de las Navas (Córdoba), una fortaleza del siglo VIII vendida por Carmen Franco después de la muerte de su padre por 90 millones de pesetas; las fincas y chalés en Pareja (Guadalajara), en la urbanización La Florida (Madrid), en Torremolinos, vendido por el marqués de Villaverde, yerno del dictador, en 1981 por 200 millones de pesetas; en Cerca de Los Monteros (Marbella); en Chillarón del Rey y Entrepeñas (Guadalajara), en Miami (Estados Unidos), en la Urbanización Puerta de Hierro (Madrid), regalado a su nieta Carmen Martínez-Bordiú cuando se casó con el duque de Cádiz; en Oleiro (A Coruña); y tres pisos de lujo y dos plazas de garaje en la antigua avenida del Generalísimo de Madrid, valorados hoy en 4,5 millones de euros.
El Pazo de Meirás y el Canto del Pico fueron regalados a Franco en una singular cuestación popular dirigida por el banquero Pedro Barrié de la Maza y por el conde de las Almenas, respectivamente. La finca de Valdefuentes fue un pelotazo organizado por el administrador de Franco y tío del marqués de Villaverde, José María Sanchiz, en 1956. Aquí se cimentó la fortuna de los Franco, uno de los secretos mejor guardados de la transición política española, tan generosa con ellos que jamás sometió a la familia del dictador a una inspección de Hacienda ni investigó sus posibles cuentas en la banca suiza de Lausana.
Cuarenta años detentando el poder total dan para mucho. Y es legendaria la incontrolable afición de Carmen Polo por los regalos. La mecánica de los presentes ofrecidos al Caudillo se repetía en El Pardo cada martes, semana tras semana. Entre las audiencias del jefe del Estado siempre había una corporación, una fundación, un club de fútbol o una comunidad de regantes ofrendando alguna muestra artística de valor. Oro, plata, lienzos, tapices, insignias y medallas labradas... La Casa Civil regulaba minuciosamente los obsequios mediante unos módulos en los que precisaba las dimensiones y el peso que debía tener cada regalo. Basta calcular cuántos martes tiene un año, multiplicar por 40 y hacer una encuesta entre los más prestigiosos joyeros. Si estimamos en dos millones de pesetas el valor aproximado de cada uno de los obsequios entregados en las audiencias semanales, se obtiene la impresionante cifra de 4.000 millones de pesetas en regalos durante las 2.000 audiencias de las cuatro décadas.
Si en noviembre de 1975 la fortuna de los Franco podía cifrarse en mil millones, a partir de las propiedades inmobiliarias e ingresos económicos constatados, esta cifra se multiplica por diez después de 30 años, durante los que los descendientes del dictador han conseguido mantener la discreción de sus negocios.
Cuarenta años detentando el poder total dan para mucho. Y es legendaria la incontrolable afición de Carmen Polo por los regalos. La mecánica de los presentes ofrecidos al Caudillo se repetía en El Pardo cada martes, semana tras semana. Entre las audiencias del jefe del Estado siempre había una corporación, una fundación, un club de fútbol o una comunidad de regantes ofrendando alguna muestra artística de valor. Oro, plata, lienzos, tapices, insignias y medallas labradas... La Casa Civil regulaba minuciosamente los obsequios mediante unos módulos en los que precisaba las dimensiones y el peso que debía tener cada regalo. Basta calcular cuántos martes tiene un año, multiplicar por 40 y hacer una encuesta entre los más prestigiosos joyeros. Si estimamos en dos millones de pesetas el valor aproximado de cada uno de los obsequios entregados en las audiencias semanales, se obtiene la impresionante cifra de 4.000 millones de pesetas en regalos durante las 2.000 audiencias de las cuatro décadas.
Si en noviembre de 1975 la fortuna de los Franco podía cifrarse en mil millones, a partir de las propiedades inmobiliarias e ingresos económicos constatados, esta cifra se multiplica por diez después de 30 años, durante los que los descendientes del dictador han conseguido mantener la discreción de sus negocios.
El comienzo de los grandes negocios urbanísticos en democracia.
La primera propiedad en ser vendida fue el Canto del Pico, en Torrelodones. Carmen Franco encargó personalmente su venta a la agencia inmobiliaria Proginsa, pero el 23 de enero de 1985 la finca quedó definitivamente declarada como terreno no edificable merced a la Ley de la Cuenca Alta del Manzanares. Tres años más tarde, el 27 de abril de 1988, la casa y 8.000 metros cuadrados de finca fueron vendidos por 320 millones de pesetas al hostelero José Antonio Oyamburu Goicoechea, que había hecho fortuna en el Reino Unido, donde posee tres hoteles, y que se mostraba dispuesto a convertir el viejo santuario de Franco en un restaurante y hotel de lujo con 50 habitaciones. En el pacto de venta, los Franco se comprometían a devolver al Canto del Pico la decoración que tuvo en vida del general. En enero de 2004, la Dirección General del Patrimonio Histórico revocó la declaración del palacio como monumento histórico y abrió la puerta para que el palacete se convierta en un hotel restaurante. Aquella fue la primera mansión privada del general Franco y también el primer gran negocio de sus herederos.
El 28 de marzo de 1938, una comisión de notables capitaneada por el banquero Pedro Barrié de la Maza regaló a Franco el Pazo de Meirás, adquirido por 450.000 pesetas, un precio barato en 1938 para una propiedad semejante, los prohombres se valieron de una exótica cuestación popular mediante una suscripción obligatoria impuesta a los funcionarios públicos, quienes vieron cómo, durante un año, era descontado de sus nóminas mensuales un día de haber para adquirir el pazo.
La junta familiar del 30 de marzo de 1981 eligió a Cristóbal Martínez-Bordiú como consejero-delegado plenipotenciario. Valdefuentes, S.A., (la de los diez millones de metros cuadrados) se había acogido por primera vez al Régimen de Transparencia Fiscal (ley 44, del 8 de septiembre de 1978) y desde aquel momento las acciones de la empresa serían extendidas con los requisitos legales. Los 600 títulos de Valdefuentes pertenecían por completo a Carmen Franco y a su marido, Cristóbal, casados en régimen de bienes gananciales. Cuatro años después, el marqués de Villaverde segregó algunas parcelas de la finca a cambio de que no le expropiaran un camino. La sede de la empresa fue trasladada desde el domicilio familiar de Hermanos Bécquer, 8, donde estaban domiciliadas todas las empresas familiares (Credisol, Montecopel, Comercial Flores, Ursaria...), hasta la finca de Valdefuentes, y el marqués se lanzó a las primeras operaciones de venta. En 1988, una oferta del Ayuntamiento de Arroyomolinos planteó permutar gran parte del terreno de la finca por otros situados cerca del casco urbano que, al estar calificados como zona industrial, eran edificables. Así los Franco podrían explotar los terrenos y facilitar el desarrollo urbanístico de la zona. El empresario interesado en el negocio era Jesús Gil y Gil, presidente del Atlético de Madrid.
Aunque este proyecto no culminó, el plan de urbanización seguiría un lento camino. La superficie de Valdefuentes, al ser su calificación rural, posee un valor que ronda los seis millones de euros. Como zona edificable, valdría más de sesenta millones. Los Franco tuvieron paciencia, porque siempre han sabido que la expansión de Arroyomolinos y Móstoles pasa por terrenos de Valdefuentes. Todo ha sido cuestión de tiempo. En octubre de 2003, después de varios intentos desde 1996, los herederos de Franco consiguieron que esta finca se convierta en su gran proyecto inmobiliario, para el cual convirtieron la empresa de la finca en Promociones del Suroeste, S.A. De sus diez millones de metros cuadrados, 3,3 millones fueron recalificados por el Ayuntamiento de Arroyomolinos para construir en ellos más de cinco mil viviendas, un centro comercial y un polígono industrial, junto al centro deportivo-comercial Xanadú, de Móstoles (propiedad de esta sociedad vinculada a la familia Franco). Durante las últimas tres décadas, mientras los miembros de la familia Franco engalanaban fiestas y ofrecían su imagen sonriente en las revistas del corazón, Carmen Franco y Cristóbal Martínez-Bordiú han sabido convertir en dinero aquellas propiedades y reliquias que no resultaban rentables. En la actualidad, la hija del dictador dispone de decenas de millones de euros, gracias a los negocios de compraventa y arrendamiento de inmuebles. Una actividad reemprendida con brío desde 1991, mediante empresas fundadas para la ocasión, como Proazca y Abanco. A partir de 2002, Carmen Franco Polo es la administradora única de Fiolasa, S.L., una compañía inmobiliaria con un capital desembolsado de diez millones de euros (1.600 millones de las antiguas pesetas) y con domicilio social en la casa familiar de Hermanos Bécquer. Mientras dejaban de ser esa familia hidalga que el franquismo nos ofreció como ejemplo a seguir, los negocios de la familia bajo la democracia han ido viento en popa. Y hoy, mejor que nunca.
El 28 de marzo de 1938, una comisión de notables capitaneada por el banquero Pedro Barrié de la Maza regaló a Franco el Pazo de Meirás, adquirido por 450.000 pesetas, un precio barato en 1938 para una propiedad semejante, los prohombres se valieron de una exótica cuestación popular mediante una suscripción obligatoria impuesta a los funcionarios públicos, quienes vieron cómo, durante un año, era descontado de sus nóminas mensuales un día de haber para adquirir el pazo.
La junta familiar del 30 de marzo de 1981 eligió a Cristóbal Martínez-Bordiú como consejero-delegado plenipotenciario. Valdefuentes, S.A., (la de los diez millones de metros cuadrados) se había acogido por primera vez al Régimen de Transparencia Fiscal (ley 44, del 8 de septiembre de 1978) y desde aquel momento las acciones de la empresa serían extendidas con los requisitos legales. Los 600 títulos de Valdefuentes pertenecían por completo a Carmen Franco y a su marido, Cristóbal, casados en régimen de bienes gananciales. Cuatro años después, el marqués de Villaverde segregó algunas parcelas de la finca a cambio de que no le expropiaran un camino. La sede de la empresa fue trasladada desde el domicilio familiar de Hermanos Bécquer, 8, donde estaban domiciliadas todas las empresas familiares (Credisol, Montecopel, Comercial Flores, Ursaria...), hasta la finca de Valdefuentes, y el marqués se lanzó a las primeras operaciones de venta. En 1988, una oferta del Ayuntamiento de Arroyomolinos planteó permutar gran parte del terreno de la finca por otros situados cerca del casco urbano que, al estar calificados como zona industrial, eran edificables. Así los Franco podrían explotar los terrenos y facilitar el desarrollo urbanístico de la zona. El empresario interesado en el negocio era Jesús Gil y Gil, presidente del Atlético de Madrid.
Aunque este proyecto no culminó, el plan de urbanización seguiría un lento camino. La superficie de Valdefuentes, al ser su calificación rural, posee un valor que ronda los seis millones de euros. Como zona edificable, valdría más de sesenta millones. Los Franco tuvieron paciencia, porque siempre han sabido que la expansión de Arroyomolinos y Móstoles pasa por terrenos de Valdefuentes. Todo ha sido cuestión de tiempo. En octubre de 2003, después de varios intentos desde 1996, los herederos de Franco consiguieron que esta finca se convierta en su gran proyecto inmobiliario, para el cual convirtieron la empresa de la finca en Promociones del Suroeste, S.A. De sus diez millones de metros cuadrados, 3,3 millones fueron recalificados por el Ayuntamiento de Arroyomolinos para construir en ellos más de cinco mil viviendas, un centro comercial y un polígono industrial, junto al centro deportivo-comercial Xanadú, de Móstoles (propiedad de esta sociedad vinculada a la familia Franco). Durante las últimas tres décadas, mientras los miembros de la familia Franco engalanaban fiestas y ofrecían su imagen sonriente en las revistas del corazón, Carmen Franco y Cristóbal Martínez-Bordiú han sabido convertir en dinero aquellas propiedades y reliquias que no resultaban rentables. En la actualidad, la hija del dictador dispone de decenas de millones de euros, gracias a los negocios de compraventa y arrendamiento de inmuebles. Una actividad reemprendida con brío desde 1991, mediante empresas fundadas para la ocasión, como Proazca y Abanco. A partir de 2002, Carmen Franco Polo es la administradora única de Fiolasa, S.L., una compañía inmobiliaria con un capital desembolsado de diez millones de euros (1.600 millones de las antiguas pesetas) y con domicilio social en la casa familiar de Hermanos Bécquer. Mientras dejaban de ser esa familia hidalga que el franquismo nos ofreció como ejemplo a seguir, los negocios de la familia bajo la democracia han ido viento en popa. Y hoy, mejor que nunca.
Textos extraidos del reportaje Franco, esa herencia.
Visto lo visto, se entiende mejor porque el Pp ha estado desde que llegó al poder, impulsando un desarrollo económico (artificial y muy dañino a largo plazo, como podemos comprobar hoy) basado en los negocios y la esppeculación urbanística.
Visto lo visto, también se entiende mejor la 'liberal' ley impulsada por Esperanza Aguirre que prohíbe construir en la comunidad edificaciones de más de tres alturas, que provoca que los municipios se expandan a lo ancho con más rapidez y que aumente el precio del suelo. Dos consecuencias que, casualmente, benefician enormemente al grupo Valdefuentes, S.A., (la de los diez millones de metros cuadrados),
Nadie duda que hoy en día, los herederos y amigos de los Franco son entusiastas seguidores del liberalismo económico, pues todo el mundo sabe que los más acerrimos defensores de esta doctrina económica, siempre son aquellos que parten con ventaja, con kilometros de ventaja, aunque en este caso, debamos hablar de millones de m2 de ventaja.
Visto lo visto, también se entiende mejor la 'liberal' ley impulsada por Esperanza Aguirre que prohíbe construir en la comunidad edificaciones de más de tres alturas, que provoca que los municipios se expandan a lo ancho con más rapidez y que aumente el precio del suelo. Dos consecuencias que, casualmente, benefician enormemente al grupo Valdefuentes, S.A., (la de los diez millones de metros cuadrados),
Nadie duda que hoy en día, los herederos y amigos de los Franco son entusiastas seguidores del liberalismo económico, pues todo el mundo sabe que los más acerrimos defensores de esta doctrina económica, siempre son aquellos que parten con ventaja, con kilometros de ventaja, aunque en este caso, debamos hablar de millones de m2 de ventaja.
25 Comments:
Ruby, me parece que los enlaces de la primera parte del post no funcionan del todo bien.
Pese a la inmensa fortuna que amasaron los Franco, no faltan los simpatizantes del dictador que se apresuran a recordar que era un hombre muy austero, pues al parecer solo comía rancho y evitaba las exquisiteces... o que su mayor afición consistía en pasar las tardes mirando la televisión —su radio televisión española— en el Pardo.
También abundan los rumores acerca de que buena parte de su patrimonio procedía de la donación forzosa de herencias, como pago para evitar las represalias de la dictadura de aquellos que en el pasado hubieran flirteado, de una forma u otra, con la República. Una especie de bula absolutoria del paredón, por el pecado de 'rojerío'.
el gobierno no deberia permitir que la familia franco se hagan multimillonarios vendiendo todas esas tierras.
La devolución e integración de esta fortuna robada a todos los españoles en el Patrimonio Nacional, debería ser su destino final.
Yo me apunto a esa sugerencia de que la familia Franco devuelva todo lo robado.
Pero como eso va a ser muy dificil, al menos me conformaría con que la familia Franco pidiera perdón por su complicidad en el genocidio de su patriarca y por todo el mal que ha hecho a España.
Quien roba a un ladrón tiene 100 años de honradez.
Ahora, después de 17 años en el gobierno de España robando todo lo que han podido, seguro que llegais a los 1000 años de ladrones honrados.
Algo había oido de que la familia de franco eran grandes terratenientes en la provincia de madrid. Gran trabajo ruby, con estos datos es más fácil imaginar quienes y porqué han estado detrás de estos años de alzas brutales de los precios de la vivienda.
¿La culpa del incremento de los precios de los pisos la tiene Franco?¿Me estás diciendo eso o sólo me lo ha parecido? ¿¿¿¿!!!!!??????
Un saludo
La culpa la tiene el pp. Pero los grandes terratenientes como la familia franco se han beneficiado de ello.
Ah, vale, me había parecido.
Pablo, tampoco exageres.
Sí, todo lo que pone aquí la documentada Ruby es verdad... también que el PP benefició a esta amplia familia con sus medidas.
Pero las medidas políticas del PP no iban dedicadas exclusivamente a eso. Claro, me diréis que faltaría más que fuera así... pero es que es básicamente lo que se está diciendo (especialmente explicando de esta manera la inacción de Aznar ante la subida galopante de la vivienda).
También había intereses de muchos otros (ricos, sí).
Oye Ruby, qué estudias?
Arnold S.
No quiero ser maleducada contigo arnold, pero... ¿y a tí que coño te importa?
Arnold, te lo ha dicho de la manera más educada que ella sabe...
tenlo en cuenta en tu respuesta.
Joder, que mala leche tienes Ruby. Ya me lo habia figurado con tus escrito pero con esa respuesta que me has dado lo has confirmado. ¿Que tiene de malo preguntartelo?
Arnold S.
Jaja... da la callada por respuesta.
Qué típico.
Trilogía??? Como si este pedazo de mierda convertido en post tuviera la categoría de obra literaria... Ruby, cada día das más pena...
Por cierto, tanto criticar a Franco no lo entiendo... Tenía el mismo pensamiento fascista e intolerante que tú.
Arnold:
Ruby no estudia, solo memoriza consignas. Digamos que es de la escuela pepiñiana...
pobre anónimo, al parecer nunca escuchó aquello de:
—¿puedo hacerle una pregunta indiscreta?
—usted pregunte lo que quiera... que yo le contestaré lo que me de la gana.
Sí, vamos... los estudios o tu profesión es algo indiscretísimo.
Me pregunto yo por qué se atreven a poner los estudios o profesión de la gente en los rótulos en los programas de televisión.
Dios mío, qué atrevimiento. ¿Es que no conocen lo que dice suga? Ay, por Dios, esta gente tan inculta que no lee, como suga.
Jajajajaj. Cada día estás peor. ¡Sigue así!
A mi me han preguntado muchas veces que estudio y no me he cabreado como Ruby. No me parece una pregunta impertinente. Como si le estuviese preguntando algo muy itimo.
Arnold S.
Continua Titud, no sabes lo que me divierte leer tus comentarios... jajaja
qué original eres, suga.
En fin, qué triste.
Jajajajaj, suga.. qué bueno. ¡Felicidades!
Jajajajajaj... cómo te retratas. Además, de confundido crónico y aburrido sin remedio (...) Jajajajajaj... por favor, no pares.
... un rato más tarde:
qué original eres, suga. En fin, qué triste.
divertido, aburrido, confundido, original, triste, ¿risas?... empiezan a preocuparme esos cambios tan repentinos de humor...
¡cuidado con la automedicación!
suga, si lo tuyo es el Club de la Comedia... ¿qué haces aquí perdiendo el tiempo?
jajajaj... ante un tío tan mezquino.
pero qué pocas luces
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