Algunos peritos de las partes han pedido la exhumación de las víctimas del 11-M con el pretexto de buscar por enésima vez explosivos etarras en sus cuerpos, están en su derecho de retrasar y enmierdar el juicio como sea posible. Pero Zaplana ha apoyado esta absurda petición; el portavoz del PP puede ser un cretino pero no es tonto. ¿Por qué lo hace si sabe que ya no hay ninguna duda de que no hubo la más mínima participación de ETA en el atentado? ¿será para alimentar el morbo necrófilo de los afiliados de su partido?

FOSA DE REPUBLICANOS FUSILADOS EN CORDOBA
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Zaplana representa la línea más carroñera de su ideología: utilizar los muertos ajenos para conseguir objetivos espúreos. Zaplana confesó que él "estaba en política para forrarse" y no tiene el menor escrúpulo en utilizar los muertos del 11-M para conseguir volver al gobierno y seguir forrándose a vista y paciencia de todo el mundo.
Una de las características tradicionales de la Derecha es la de despreciar a los muertos ajenos. Cuando Pilar Manjón expuso su dolor de madre que había perdido un hijo en el brutal atentado le dijeron que exageraba su dolor y que se "había pasado tres estaciones". Y así lo reprodujeron en las páginas Web afines al propio Partido Popular; por lo visto la ocurrencia les hizo mucha gracia.
La Derecha insulta a las víctimas sistemáticamente, las manipula, las desprecia. El PP utiliza a ese pobre bobo que es el presidente de la AVT contra el propio dolor de los familiares de las víctimas hurgando una y otra vez en su herida para conseguir sus fines políticos. Ahora quieren volver a hurgar en los cadáveres con total desprecio a sus seres queridos.
No es la primera vez ni será la última, la Derecha siempre actúa de la misma manera. Cuando el Frente Popular ganó las elecciones en 1936 Franco acudió a pedirle ayuda a Hitler y consintió que la aviación nazi probara su tecnología masacrando a la población civil española. Los muertos siempre han sido rentables para la Derecha; después de haber asesinado a cientos de miles pudo gobernar tiránicamente durante 40 años a una población diezmada y silenciosa.
Durante la Transición en 1977 quisieron frustrar el proceso democrático con un asesinato masivo de los abogados laboralistas del bufete situado trágicamente en el mismo barrio de Atocha donde se produjo el 11-M. No lo consiguieron. La Izquierda se amarró los machos una vez más para no interrumpir el camino hacia la Democracia.
¿Hasta cuándo la Izquierda tiene que ceder ante esa Derecha compuesta por unos energúmenos descerebrados? Durante la guerra se llamaban Franco, Queipo de Llano o Millán Astray los que vestidos de uniforme hicieron las más aberrantes fechorías contra su propio pueblo, hoy los provocadores van de civiles y se llaman Aznar, Zaplana, Acebes, Pujalte... con sus correspondientes voceros mediáticos como Federico Jiménez Losantos o Pedro J. Ramírez, seguidos por una turba de bobos acobardados de pantalón o sotana que les van lamiendo el culo ondeando las banderas del pollo frito. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo la Izquierda tiene que callarse ante la horda salvaje y ante sus fanáticos seguidores?
¿No es acaso comprensible que en el 36 el pueblo se defendiera contra los pistoleros de Falange que campeaban a sus anchas por las calles? ¿No es comprensible que en el 36 el pueblo se armara con escopetas de caza contra la barbarie nazi y fascista desencadenada en España por un general felón?
¿Por qué la Izquierda tiene que ser siempre la tolerante ante la brutalidad de la Derecha?
En el caso del asesinato de los abogados laboralistas de Atocha se les dio a los terroristas todas las garantías democráticas. Los asesinos pertenecían a organizaciones de la derecha española, a la Triple A católica principalmente, y todos estaban relacionados con Fuerza Nueva. Increíblemente a Blas Piñar nadie lo molestó. Al resto se les condenó a cientos de años de cárcel que en su mayoría no cumplieron. Dos se fugaron ""sospechosamente"" de la cárcel al poco tiempo sin que se les volviera a encontrar, y otros ya están actualmente en libertad.
Si a estos asesinos el pueblo los hubiera cogido los habría colgado por los huevos de las farolas de la calle Atocha y habrían estado expuestos para escarmiento de fachas como se colgó a Mussolini ¿acaso no hubiera sido comprensible en este caso la indignación del pueblo?
Han pasado 70 años y la Derecha no ha cambiado sus actitudes. En el anterior post Ruby comentaba las declaraciones de ese ser rastrero que fue el anterior presidente de gobierno llamado Aznar López sobre la campaña de tráfico para evitar más muertes en la carretera. Declaraciones repletas de desprecio hacia los demás y de desprecio hacia sus muertos, sean por bala de atentado fascista, fusilamiento o accidente de tráfico.
Si en los próximos días, o años, uno de los hijos del señor Aznar López, por ejemplo el que fue detenido en Italia por exceso de velocidad en estado de embriaguez, tuviera un accidente de carretera y se quedara despanzurrado sobre el asfalto seguramente su padre dejaría de hacer bromas con la desgracia ajena porque los muertos por accidente dejarían de ser muertos ajenos y se convertirían en los suyos propios. Y ya se sabe, los muertos de la Derecha son sagrados. Estuvimos 40 años oyendo eso de que eran "caídos por Dios y por España", presenciando los homenajes a su memoria en el Valle de los Caídos y ahora tenemos que aguantar todavía que Ratzinger, ese Papa con apellido de raticida, quiera beatificar a algunos mientras los anónimos muertos de la Izquierda yacen aún en las zanjas de las tapias de los cementerios y la Derecha se opone a que se les de una sepultura digna. Sin embargo Zaplana no tiene el menor escrúpulo para que se desentierren las víctimas del 11-M inútilmente.
Si, han pasado 70 años y desgraciadamente la Derecha sigue siendo la misma, tal vez sea porque no se ajustaron las cuentas políticas que debieron hacerse después de la Dictadura, como se hizo en Alemanía, Hungría, Argentina, Chile y tantos países que sufrieron dictaduras salvajes como la de Franco.